Si te has sentido incómodo con tus axilas, ya sea porque lucen irritadas o más sensibles de lo normal, estás en el lugar correcto. El cuidado de las axilas es otro paso en la rutina de skincare que no debes olvidar, pues es un área muy delicada -casi tanto como el rostro- y propensa a oscurecerse con el tiempo.
La sudoración, la depilación frecuente y el uso de productos como desodorantes o antitranspirantes a menudo alteran el pH de las axilas, lo que hace que se produzcan más bacterias. Por esta razón, es importante dedicarle al menos 10 minutos diarios a la zona para evitar manchas oscuras o malos olores.
¿No sabes por dónde empezar con tus axilas irritadas? No te preocupes, te compartimos tres pasos básicos para que luzcan suaves y lindas sin importar la ropa que uses. Adóptalos en tu rutina diaria y verás los cambios en tu piel.
Cómo es la rutina de cuidado para las axilas
Las axilas son parte de la zona intersticial del cuerpo, lo que significa que están expuestas de forma continua a la fricción de piel contra piel o piel contra la ropa. Este roce hace que se acumule humedad debajo de los brazos por la presencia de glándulas sudoríparas y los largos períodos sin recibir luz o aire.
Cuidar la piel de las axilas en tales condiciones es difícil, no basta con frotar la zona con algún jabón neutro y usar desodorante todos los días. Una correcta rutina incluye loción corporal, exfoliantes químicos y, dependiendo de lo sensible que esté la zona, productos para el cuidado de la piel como hidratantes o vitamina C.
Si bien hay remedios caseros para controlar la irritación de las axilas, como el famoso aloe vera, es posible que un ingrediente natural pierda efectividad con el tiempo. De hecho, es bastante común que las pieles sensibles desarrollen alergias mientras intentan aclarar sus axilas oscuras con limón y bicarbonato.
Para mejores resultados debajo de los brazos lo ideal es crear una rutina de cuidado específica para las axilas. Eso sí, sencilla para que puedas seguirla todos los días.
Paso 1: Limpia las axilas irritadas
Así como en la rutina facial aplicamos un limpiador para remover las células muertas y la suciedad, en las axilas también debemos aplicar un producto para eliminar los restos de desodorante que causan manchas en la piel.
A menudo se aplican productos suaves sobre las axilas que sean hidratantes y libres de fragancias, como los jabones neutros o los limpiadores corporales. Pero también existen geles de base acuosa para lavar únicamente este tipo de piel, ya que incluyen ingredientes blanqueadores y nutritivos.
La limpieza de las axilas se debe hacer una vez al día -a menos que practiques algún deporte-, y se empieza después de salir de la ducha. Usa tus manos en lugar de una esponja de baño para frotar la zona con el producto. Después, enjuaga con agua templada y remueve el exceso de humedad con una toalla.
Este lavado ayudará a que la piel de tus axilas mantenga su pH natural y, en consecuencia, una textura suave y uniforme.
Paso 2: Hidrata para un mayor cuidado de las axilas
Después de la limpieza, es momento de aplicar el tratamiento como en cualquier rutina de cuidado de la piel. Si tienes manchas en las axilas, los bálsamos con vitamina C son una excelente opción por su acción blanqueadora. En el rostro se puede usar hasta un 15% de vitamina C, pero en las axilas es mejor aplicar un porcentaje más bajo debido a la sensibilidad del área.
Ahora, si quieres deshacerte de las axilas irritadas, es recomendable usar agua termal o algún tónico para hidratar la zona antes de aplicar desodorante. Puedes optar por una crema hidratante en la mañana y un tónico con despigmentantes en la noche.
Si bien la piel de las axilas no necesita una hidratación regular como el rostro, es importante hidratarla una o dos veces por semana. Recuerda que el sudor que expulsamos no es hidratante, al contrario, irrita y genera granitos.
Paso 3: Exfolia las axilas y notarás la diferencia en tu piel
Otro detalle con las axilas es que pueden irritarse fácilmente si se obstruyen sus poros. La exfoliación es la solución más recomendable, ya que previene la acumulación de células muertas -la causa principal por la que las axilas se oscurecen- y puede limpiar a profundidad la zona.
El momento ideal para exfoliarnos es durante el baño, cuando el vapor abre los poros de forma natural. Aplicar un exfoliante suave de una a tres veces por semana permite retirar parte del sudor y las bacterias que causan alergias en las axilas. Además, los activos en el producto reducen la aparición de granitos, vellos encarnados y dermatitis en pieles muy sensibles.
Hay exfoliantes físicos para eliminar manualmente las células muertas y exfoliantes químicos que usan alfa y beta hidroxiácidos (AHA y BHA) para disolver estos residuos. Si hablamos de axilas, el ácido glicólico y el ácido salicílico son los exfoliantes ideales por sus propiedades anti-inflamatorias. Al usarlos no solo previenes la aparición de vellos encarnado, sino que contribuyes a aclarar la piel de las axilas y darle una apariencia suave y brillante.
¿Antitranspirante o desodorante? Cuál brinda un cuidado extra a las axilas
Como último paso de tu rutina de belleza para axilas está el antitranspirante o, según tus necesidades, el desodorante. Los antitranspirantes contienen sales de aluminio que bloquean las glándulas sudoríparas, lo que ayuda a reducir el sudor y el mal olor. En cambio, los desodorantes están elaborados a partir de sustancias naturales y se utilizan para enmascarar los olores que generan las bacterias debajo del brazo.
Si no sabes cuál producto es ideal para la piel de tus axilas, solo escucha a tu cuerpo. Si ves granitos luego de usar tu desodorante o antitranspirante, cambia de fórmula siguiendo estos consejos:
- Elige un producto lo más natural posible, libre de fragancias e ingredientes como ftalatos, parabenos, sulfatos o colorantes.
- Busca marcas con fórmulas que te ayuden a tratar tus axilas, como antioxidantes para las manchas o emolientes para humectar la zona.
- Prueba diferentes formatos de desodorantes -en roll-on, en barra o en aerosol-, pues algunos pueden causar manchas sobre la piel sensible.
¿Por qué es importante cuidar de las axilas irritadas?
A diferencia de otras partes del cuerpo como las manos o el cuello, las axilas están expuestas a muchos factores que pueden alterar su apariencia y hacer que pierdan suavidad. Uno de ellos es la sudoración, como mencionamos anteriormente, aunque el factor más agresivo es la depilación del vello.
El uso constante de rastrillos, cera u otros métodos de depilación en las axilas puede generar daños superficiales en la piel, como inflamaciones alrededor de los folículos pilosos o comezón. Si bien estos problemas desaparecen luego de una depilación láser de axilas, como la que ofrecemos en Iki Skin Experts, hay casos en los que la zona todavía se irrite por culpa del sudor o el uso de los desodorantes.
Por esta razón es importante usar productos que humecten la zona, depilar siguiendo la dirección en la que crece el vello y cambiar de afeitadora con regularidad para evitar infecciones.
Cuidar la piel de las axilas también puede ayudarnos a reducir los efectos secundarios de la depilación en esa zona. Nos referimos a problemas como la resequedad, el mal olor o las manchas oscuras que aparecen con el paso del tiempo.
Pero antes de iniciar esta rutina o cualquier otra debajo de los brazos, consulta con un dermatólogo. Un profesional en el área te ayudará a identificar las causas detrás de problemas comunes como el enrojecimiento y los mejores tratamientos para axilas irritadas.
En Iki Skin Experts sabemos qué necesitan tus axilas
Si estás buscando un tratamiento que te ayude a mejorar la apariencia de tus axilas, nuestro peeling químico es una excelente opción. Durante este procedimiento se aplica un activo para eliminar las capas superficiales de la piel, lo que le devolverá a tus axilas el aspecto suave y saludable que tanto deseas.
Para recibir más información sobre las axilas y sus cuidados, sin duda una tendencia en auge dentro de los tratamientos corporales, agenda tu valoración gratuita. ¡Tómate el tiempo y verás grandes cambios en tu rutina!
