¿Sabías que el estrés no solo afecta a tu estado de ánimo, sino también a tu piel? El estrés es una reacción natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes, y que nos exigen una adaptación o un cambio.
Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico o excesivo, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental, y una de las partes más sensibles a sus efectos es nuestra piel.
La piel nos protege de agresiones externas y de los radicales libres, regular la temperatura corporal, eliminar toxinas y sintetizar vitamina D. Además está estrechamente conectada con el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunológico, por lo que cualquier alteración en estos sistemas se refleja en su aspecto y su funcionamiento.
Cortisol: la hormona del estrés que afecta la salud de la piel
El estrés activa el sistema encargado de regular la respuesta a la amenaza a posibles ataques —el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA)—, el cual reacciona liberando hormonas como el cortisol.
El cortisol es una hormona esteroidea que juega un desempeño fundamental en diversas funciones de nuestro organismo, como equilibrar los niveles de glucosa, regular la presión arterial, controlar el sistema inmunológico y el metabolismo, además facilita la memoria y el aprendizaje.
¿Cómo afecta el estrés en la piel?
Te preguntarás cuál es la relación entre esta hormona y la salud de la piel, bien, principalmente puede afectar de la siguiente manera:
- Altera el equilibrio hormonal y estimula la producción de sebo, esto puede favorecer la aparición de acné —tema del que hablaremos en breve—.
- Disminuye la producción de colágeno y elastina, además de acelerar la oxidación celular, haciendo la piel más sensible a la aparición de manchas, arrugas y flacidez. La piel puede lucir opaca y “apagada” por la acumulación de toxinas y células muertas.
- El exceso de cortisol debilita la barrera hipolipídica de la piel, la capa que nos protege de la pérdida de agua y de infecciones. Como consecuencia, la piel se volverá más seca, irritable y vulnerable a cualquier lesión. En este sentido, es posible que durante períodos de estrés sientas la piel del rostro con más tirantez que de costumbre, sobre todo después de lavarte la cara.
- También puede aumentar la histamina, una sustancia que causa inflamación y picor en la piel. Esto puede agravar condiciones de la piel como la psoriasis y la dermatitis.
- Puede afectar el cuero cabelludo debilitando su estructura ocasionando la caída del cabello de manera leve o más severa como la alopecia.
El acné, una de las tantas consecuencias del estrés en la piel
El acné es una de las afecciones más comunes que se manifiestan en la piel, con diversas causas de base. Además de la alimentación, la higiene y la genética, el estrés también puede provocar brotes de acné, tal como comentamos unas líneas más arriba.
La importancia de tener una rutina de skincare adecuada
No solo aparece acné en la cara, también en la espalda, lo cual puede tener un impacto sobre el autoestima de quien lo padece.
Para sobrellevarlo es recomendable mantener unarutina ideal de skincare para tu tipo de piel, además de acudir al dermatólogo para que determine el mejor tratamiento para el acné según tu caso.
Algunos consejos para lidiar con una piel con tendencia acnéica
- Siempre realiza doble limpieza en tu rutina nocturna para eliminar las impurezas que se van acumulando en la piel.
- Utiliza jabones sintéticos y productos en gel para no aportarle más grasa.
- Acude al dermatólogo para hacerte una limpieza facial o incluso para que te apliquen un peeling químico que favorezca el recambio celular de la piel.
Envejecimiento prematuro: ¿Cómo puedes lidiar contra él?
No hay una sola causa para el envejecimiento prematuro, pero de seguro que el estrés es una de las más comunes. Cuando estamos estresados, preocupados y no hemos dormido bien durante días nuestro rostro se resiente, mostrando signos como las ojeras y una cara cansada.
Estos signos de oxidación celular pueden agravarse con el tiempo si nuestros niveles de estrés siguen altos de manera prolongada. También se pueden degradar las proteínas que mantienen nuestra piel firme y radiante como el colágeno y la elastina, haciendo la piel más fina y vulnerable a la aparición de de arrugas y líneas de expresión en varias zonas del rostro como la frente y los surcos nasogenianos.
Sigue estos consejos frenar el envejecimiento
Si quieres cuidar a tu piel para mantenerla siempre fresca y joven es importante iniciar un camino antienvejecimiento adoptando una rutina casera con productos compuestos por ingredientes clave como el retinol o péptidos para hacerla lucir firme y radiante.
También es fundamental proteger tu piel de la exposición al sol, ya que los radicales libres suelen influir en el aceleramiento de la oxigenación celular, y causar enfermedades como el cáncer de piel.
Tratamientos para frenar el envejecimiento
Son diversos los tratamientos y procedimientos estéticos que se pueden aplicar para frenar el envejecimiento. Entre ellos tenemos el camino preventivo como el baby botoxy el camino correctivo con la aplicación de toxina botulínica o botox en mayores dosis, los hilos tensoresy los bioestimuladores de colágeno como el Radiesse.
También son muy recomendables los faciales y tratamientos especiales para el rostro como nuestro Facial de las Estrellasy nuestra Bomba de Colágeno.
Camino obligatorio: reducir el estrés en nuestras vidas
Sabemos que es común enfrentarse a ciertas situaciones que nos preocupan o nos generan incertidumbre, sin embargo, mantenerlo durante tanto tiempo le hará una mala jugada no solo a nuestra piel, sino a todo nuestro organismo.
Existen muchas formas de reducir el estrés, y cada persona debe encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades, gustos y circunstancias. Hay algunas estrategias generales que pueden ayudarnos a aliviar la tensión, relajar el cuerpo y la mente, y liberar endorfinas, que son las hormonas del placer y la felicidad. Te contamos cuáles son:
4 consejos para disminuir los efectos del estrés en la piel
Ejercítate al menos 30 minutos al día
El ejercicio físico es una de las mejores formas de combatir el estrés, ya que nos ayuda a liberar energía, a oxigenar el cuerpo, a mejorar la circulación sanguínea, a fortalecer el sistema inmunológico, a mejorar la autoestima y a dormir mejor.
No hace falta que sea un ejercicio intenso o prolongado, con unos 30 minutos al día de actividad moderada, como caminar, nadar, bailar o hacer yoga, podemos obtener beneficios para nuestra salud física y mental.
Ten una alimentación balanceada
La alimentación también influye en nuestro nivel de estrés, ya que algunos alimentos pueden aumentarlo o disminuirlo. Por ejemplo, el consumo excesivo de cafeína, alcohol, azúcar, sal o grasas saturadas puede alterar el sistema nervioso, el metabolismo y la presión arterial, y favorecer la ansiedad, el nerviosismo y el insomnio.
En cambio, una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y agua puede aportarnos vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, que nos ayudan a regular el estrés, a mejorar el estado de ánimo y a prevenir enfermedades.
Haz respiraciones conscientes, mindfulness y medita
La meditación y la respiración profunda son técnicas que ayudan a relajar la mente, a enfocarnos en el presente, a liberar las tensiones, a reducir el ritmo cardíaco y a disminuir la producción de cortisol. No hace falta ser un experto o dedicar mucho tiempo, con unos 10 minutos al día de meditación o respiración profunda podemos notar una mejora en nuestro nivel de estrés y en nuestra salud mental.
Puedes usar aplicaciones, vídeos o audios que nos guíen en el proceso, o simplemente buscar un lugar tranquilo y cómodo, cerrar los ojos, y respirar lentamente por la nariz y por la boca, prestando atención a cada inhalación y exhalación.
Busca un hobbie o actividad que te aporte felicidad
Otra forma de reducir el estrés es dedicar tiempo a hacer cosas que nos gusten, que nos diviertan, que nos relajen o que nos hagan sentir bien. Puedes leer un libro, escuchar música, ver una película, pintar, escribir, jugar, cocinar, hacer manualidades, cuidar de una mascota, o cualquier otra actividad que nos aporte satisfacción y alegría.
También es importante mantener el contacto con las personas que nos apoyan y nos quieren, como la familia, los amigos, la pareja o los compañeros, y compartir con ellos nuestros sentimientos, preocupaciones y logros.
Si quieres una piel sana, debes reducir el estrés
Como hemos mencionado a lo largo de este artículo, existen muchas maneras en la que el estrés puede afectar a la piel. Además de trabajar en disminuir la cantidad de estrés en tu vida, es importante seguir los consejos y rutinas de skincare que te hemos recomendado en este artículo, ya que ambas acciones facilitarán la recuperación del estado sano de tu piel y de tu cabello.
En Iki Skin Experts no solo te brindamos distintos tratamientos para ayudarte a reducir los efectos del estrés en la piel, sino que también nuestro oasis es un espacio de confort y tranquilidad que de seguro te hará bajar todo ese cortisol que traes acumulado.
Si quieres vivir una experiencia de relajación a la vez que mejoras el aspecto de tu piel, te invitamos a agendar una valoración gratuita con nuestros profesionales para evaluar cuál de todos nuestros tratamientos se ajusta a tus necesidades.