Todos queremos unirnos a la tendencia del skincare para vernos mejor que nunca, sin embargo, suele pasar que aún no sabemos cómo organizar nuestra rutina ni cómo se usan ciertos productos. Hoy aprenderás todo lo que necesitas saber, ya que vamos a describir cómo es la rutina de skincare perfecta siguiendo las recomendaciones de la doctora María José Urbani.
Primero que nada, es importante definir qué es una rutina de skincare y para qué sirve, porque va mucho más allá de lo estético. Esta serie de pasos conlleva el uso de una cantidad de productos adecuados para cada tipo de piel como limpiadores, hidratantes, sérums y protector solar, con la finalidad de mejorar la salud y apariencia de nuestra piel.
Según el objetivo particular de cada caso, la rutina estará orientada a reparar ciertas condiciones dermatológicas como el acné o la rosácea, o también para prevenir el envejecimiento prematuro.
Si bien las rutinas suelen tener unos pasos estándar, cada piel es única y con necesidades específicas, por lo que lo que le funciona a una persona no necesariamente te va a servir a ti.
La importancia de personalizar la rutina de skincare
No es lo mismo cuidar una piel seca que una piel grasa, o una piel sensible que una piel resistente. Cada tipo de piel requiere unos productos y unas cantidades adecuadas para mantener su salud y su belleza. En añadido, la piel cambia con el tiempo y con las condiciones ambientales, por ejemplo, los cuidados que debemos darle a nuestra dermis en invierno no son los mismos que los de verano.
Tampoco la piel que tenemos a los 20 años es la misma que la que tenemos a los 40. Por eso, es necesario adaptar nuestra rutina de skincare a las diferentes etapas y circunstancias de nuestra vida.
¿Cómo es una rutina de skincare según los médicos?
Es normal que al iniciarte en este mundo del cuidado de la piel te sientas abrumada al leer que hay rutinas de 10 pasos en adelante, pero no te preocupes, pues te explicaremos lo básico de una rutina de skincare.
Reglas básicas que debes conocer antes de iniciar tu rutina de skincare
La primera regla que debes saber es que no vale la pena repetir compuestos activos, ya te explicaremos en detalle por qué. La segunda es que los productos que son para la mañana se deben aplicar sí o sí en la mañana, igual para los que son para la noche.
Y por último, la tercera regla —que te facilitará muchísimo la rutina— es que siempre debes aplicar los productos por orden de densidad, de menor a mayor densidad. Ahora que ya conoces lo básico sobre una rutina ideal de skincare, veamos en detalle la rutina de día y la de noche.
La rutina de día: para revitalizar y proteger tu cara
Paso 1: lava tu cara correctamente
Al despertar debemos lavar nuestro rostro con un jabón únicamente para la cara, específicamente un jabón syndet. Este limpiador es mucho más suave que los que usamos para las manos y el cuerpo, ya que contienen detergente sintético, lo cual ayuda a respetar el manto lipídico de la piel para evitar el daño por uso diario.
No importa el formato que elijas, si es líquido, en espuma o en barra, lo importante es utilizar poca cantidad y masajear muy bien el rostro únicamente con los dedos.
¿Puedo utilizar cepillos eléctricos para lavar mi cara?
Realmente no recomendamos este tipo de dispositivos como el Foreo u otros parecidos, ya que no tienen ningún beneficio para la piel. Solo debes masajear el rostro con las yemas de los dedos con movimientos muy suaves y luego enjuagar con suficiente agua fría.
Paso 2: revitaliza y nutre la piel del cutis
El siguiente paso es el momento perfecto para aplicar todos esos sueros con efecto antioxidante —comúnmente la vitamina C—. Esto ocurre porque estos compuestos se activan sí o sí con la luz del sol, de hecho, si lo aplicas durante la noche no verás ningún resultado.
¿Cómo aplicarlo? Como por lo general los sueros vienen en gotero, vas a aplicar unas tres gotas en el dorso de tu mano y luego con los dedos de la otra mano vas a dar pequeños masajes, distribuyendo el producto por todo el rostro. No olvides incluir el cuello y las orejas.
Paso 3: protégete del sol
Este es quizás el paso más importante de toda la rutina de skincare. Nunca debe faltar el protector solar, ya que —recuerda lo que siempre decimos— es el tratamiento antienvejecimiento más económico.
La cantidad ideal para aplicar el protector son dos líneas en el dedo índice y en el del medio, una medida más que suficiente para cubrir todo el rostro, el cuello y las orejas. Puedes utilizar un protector blanco o con color, de hecho, estos últimos son más efectivos ya que tienen un filtro adicional para darles el tono.
Una vez que haya absorbido bien puedes maquillarte y no olvides reaplicarlo durante el día cada tres o cuatro horas.
La rutina de noche: para limpiar y nutrir la piel
Paso 1: remueve todas las impurezas del día
Esta es la rutina que aplicas una vez que llegas a tu casa o antes de dormir. El secreto de esta rutina de skincare es el paso cero que debemos hacer y es la doble limpieza.
Este proceso implica desmaquillar la piel antes de lavarla y se hace con un bálsamo o aceite desmaquillante para remover todas las impurezas —como restos de maquillaje, protector solar y contaminación— que se acumularon en nuestros poros durante todo el día.
También puedes usar agua micelar, pero en nuestro caso preferimos los que son en aceite porque son mucho más suaves y efectivos para la piel. Cuando termines este paso, aplica un poco de tu jabón syndet y lava tu cara cuidadosamente.
El poder de la doble limpieza para un rutina de skincare eficaz
Muchas veces en consulta nos preguntan sobre la necesidad de la doble limpieza si no has salido de casa o si no te has maquillado. Y la razón por la que nunca debemos saltarnos este paso es que “barremos antes de trapear”.
Si no barres antes solo estarás regando el sucio e incluso incrustándolo más en el piso. Por ello nunca debes menospreciar el poder de la doble limpieza.
Paso 2: hora de mimar a tu piel
Ya que tengas tu piel perfectamente limpia, el orden que sigue es la aplicación de todos los productos para la noche, generalmente estos pueden ser los que contienen retinol y los alfa y beta hidroxiácidos.
¿Cómo utilizar los diferentes ácidos en la rutina de skincare?
Los hidroxiácidos son un compuesto orgánico con propiedades exfoliantes, hidratantes y antinflamatorias. Los alfahidroxiácidos como el ácido glicólico y láctico eliminan las células muertas y favorecen la renovación celular, como consecuencia mejoran la textura de la piel y ayudan a eliminar manchas, acné y otras imperfecciones.
Por otra parte, los betahidroxiácidos se derivan del ácido salicílico y por ello actúan en las capas profundas de la piel para disolver el sebo o grasa que se acumula en los poros, por esta razón son recomendadas si tienes la piel grasa. Son ideales por su efecto antibacteriano y antinflamatorio.
Aplica el sérum de la misma manera que te enseñamos hace unas líneas y distribuye bien por el rostro. Luego sellamos con nuestra crema hidratante, aplicando solo un poco en nuestro dedo.
Paso 3: proteger el contorno de ojos
Para finalizar, te recomendamos aplicar contorno de ojos, durante el día nos parece que hace que se corra el maquillaje y realmente es suficiente si lo usamos una vez al día. Lo vas a aplicar con el dedo anular haciendo pequeños golpecitos de afuera hacia adentro.
Con esto ya está lista tu rutina de skincare en solo tres pasos y puedes irte a dormir para amanecer con nuevo rostro.
Otros tratamientos para el cuidado de la piel que no se hacen diariamente
Con que sigas estas rutinas diariamente comenzarás a ver resultados positivos en tu rostro, pero incluso los puedes mejorar aún más si realizas estos pasos al menos un día a la semana. Dos procesos importantes: exfoliación e hidratación.
Exfoliar para renovar
Para este procedimiento te recomendamos utilizar un exfoliante químico o peeling suave, ya que los exfoliantes físicos son muy agresivos para la piel. Si tienes la piel sensible puedes hacer una exfoliación por semana y si tu piel es mixta o grasa puedes hacerlo dos veces por semana.
Mascarillas: una manera de consentir tu piel
Además de nutrir tu piel, una rutina de skincare es un ritual de amor propio que nos regalamos diariamente. Las mascarillas son ese bonus al ritual para sentirnos más mimadas y relajadas.
Puedes hacerlo un día a la semana —nosotros preferimos los domingos para empezar el día frescas— y con mascarillas que contengan ácido hialurónico y otros ingredientes que nutran tu piel.
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