El cuidado de la piel es una preocupación constante para muchos de nosotros, y a menudo buscamos formas efectivas de mantenerla fresca y radiante. Hoy te vamos a hablar de uno de los secretos mejor guardados del skincare: los alfa y beta hidroxiácidos.
Aunque suenan intimidantes, estos ácidos desempeñan un papel crucial en nuestra rutina de cuidado de la piel. ¿Qué son exactamente y cómo puedes aplicarlos en tu piel?
¿Qué son los alfa (AHA) y beta (BHA) hidroxiácidos?
Los alfa y beta hidroxiácidos, comúnmente conocidos como AHA y BHA por sus siglas en inglés, respectivamente, son compuestos químicos que poseen propiedades exfoliantes suaves, pero efectivas.
Estos ácidos trabajan para eliminar gradualmente las capas más superficiales de la piel, específicamente enfocándose en el estrato córneo, que es la capa más externa de nuestra piel.
El proceso de exfoliación química que realizan los AHA y BHA es un verdadero acto de amor para tu piel. Funcionan disolviendo las células muertas de la dermis y suavizando las impurezas que pueden obstruir tus poros.
Este proceso es gradual y suave, lo que significa que no tendrás que preocuparte por una exfoliación agresiva que cause irritación.
Si aún te suenan un poco extraños los nombres de estos ácidos, te nombraremos algunos ejemplos de cada uno para demostrarte que son más comunes de lo que piensas, y que de seguro los habrás incluido en tu rutina de skincare.
Entre los alfa hidroxiácidos (AHA) destacan el ácido glicólico, el ácido láctico y el ácido mandélico, mientras que en los beta hidroxiácidos (BHA) resalta principalmente el ácido salicílico.
¿Cuáles hidroxiácidos debo utilizar y cómo?
La respuesta depende de tu tipo de piel y de qué objetivo quieres lograr. Puedes elegir uno de ambos o combinarlos. Si por ejemplo tu objetivo reside en rejuvenecer tu rostro, disminuir líneas de expresión y mejorar la textura de la piel, un alfa hidroxiácido como el ácido glicólico es una excelente opción.
Por el contrario, si quieres mejorar condiciones de la piel como el acné y la rosácea un beta hidroxiácido (BHA) como el ácido salicílico es un perfecto aliado.
Si tu piel es sensible, podrías aplicar ácido láctico, en breve te explicaremos cómo incluir y combinar estos ácidos AHA y BHA en tu rutina.
Beneficios de los alfa y beta hidroxiácidos
Además de hidratar nuestra piel con algún sérum especial y de protegerla siempre contra la exposición al sol, es importante el proceso de exfoliación, sobre todo a partir de los 30 años para mantener siempre un aspecto joven y fresco.
Incluir alfahidroxiácidos y betahidroxiácidos en tu rutina le brindará estos beneficios a tu piel:
- Recambio celular: los AHA y BHA ayudan a eliminar las células muertas de la superficie de la piel, lo que favorece la renovación celular y mejora la textura y el tono de la piel.
- Estimulan la producción de nuevas células: ayudan a estimular la síntesis de colágeno y elastina, que son proteínas que dan firmeza y elasticidad a la piel. Esto contribuye a prevenir y reducir las arrugas y la flacidez.
- Disminuyen la apariencia de los poros abiertos: limpian los poros obstruidos por el sebo, las bacterias y las impurezas. Esto previene la formación de puntos negros, espinillas y granos, y reduce el tamaño de los poros dilatados.
- Mejora la piel en condiciones como el acné y la rosácea: los alfa y beta hidroxiácidos tienen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, que pueden aliviar los síntomas de algunas condiciones de piel como la rosácea, el acné y las manchas. Estos ácidos también ayudan a regular el pH de la piel, lo que mejora su salud y apariencia.
- Aliado contra el envejecimiento: los hidroxiácidos son los mejores agentes antienvejecimiento, ya que ayudan a combatir los signos del paso del tiempo en la piel. Estos ácidos mejoran la luminosidad, la suavidad, la hidratación y la firmeza de la piel, y atenúan las líneas de expresión, las arrugas y las manchas.
¿Cómo aplicar los AHA y BHA en tu rutina de cuidado de la piel?
Como siempre te explicamos con todos los productos cosméticos, aunque puedas tener los mejores tratamientos del mercado, si no los sabes utilizar correctamente los resultados no serán los que buscas, incluso podrían tener el efecto contrario.
Veamos el paso a paso de cómo incluir los AHA y BHA en tu rutina de skincare. El primer paso es elegir el tipo de hidroxiácido, como ya te comentamos anteriormente, debes elegir según el objetivo que deseas lograr.
Recuerda que si quieres mejorar la textura de tu piel y combatir los signos del envejecimiento los alfahidroxiácidos son ideales, mientras que si buscas mejorar condiciones de la piel como la rosácea los betahidroxiácidos son tu mejor opción.
Elige la concentración correcta de tus hidroxiácidos
Una vez sepas qué tipo de AHA y BHA quieres usar, el siguiente paso es revisar las concentraciones que necesitas. Este punto es muy importante ya que como estamos hablando de un producto exfoliante, pueden ser muy fuertes para la piel. En este caso es recomendable consultar con un dermatólogo para elegir la concentración adecuada.
A modo de guía, comienza por concentraciones bajas para irlas aumentando conforme tu piel vaya tolerando los alfahidroxiácidos y betahidroxiácidos.
Aprende a elegir el momento adecuado para su aplicación
Básicamente, estos ácidos se aplican durante la noche pero no todos los días, ya que al ser exfoliantes su uso diario puede ser muy irritante y riesgoso. Por esta razón solo los vamos a aplicar una vez a la semana si tu piel es sensible o dos veces por semana si tu piel es normal o grasa.
Es muy importante que programes tus días de hidroxiácidos, ya que no puedes mezclar ciertos ingredientes o activos como el retinol o ningún otro ácido como el hialurónico. Esto se debe a que podrían hacer una mala mezcla y tener un efecto negativo en la piel.
Hablemos del skin cycling
Si eres fan del skincare como nosotros es probable que en los últimos meses te hayas topado con el término skin cycling en TikTok o en Instagram. Esta es una tendencia que consiste en alternar el uso de ingredientes activos con días de descanso, para evitar la irritación y el daño de la barrera cutánea.
El objetivo es tener una piel más sana, luminosa y joven. Cada ciclo se compone de cuatro noches donde se cambia un activo con un objetivo diferente por noche. En la primera noche se recomienda aplicar los AHA y BHA para exfoliar la piel y eliminar las células muertas. De esta forma preparas la piel nueva a los activos que aplicarás en los días siguientes.
En la segunda noche se aplica un producto con retinol o derivados para apoyar la acción antienvejecimiento de la rutina. Los sueros con retinol estimulan la producción de colágeno y elastina, y reducen las arrugas y las manchas.
La tercera y cuarta noche son para reparar y recuperar la piel con productos hidratantes y calmantes que ayudan a restaurar la barrera cutánea y a prevenir la sequedad y el enrojecimiento causados por los ingredientes activos.
No olvides aplicar siempre protector solar
Especialmente por la acción fotosensibilizante de los alfa y beta hidroxiácidos la piel debe estar muy bien protegida, puesto que podrías sufrir de quemaduras solares. Además, recuerda que no hay mejor tratamiento contra el envejecimiento que el protector solar.
Considera este paso como el sello más importante para blindar tu tratamiento de skincare, de lo contrario estarías desperdiciando tiempo y dinero.
También es fundamental llevar un estilo de vida saludable, dormir bien por un mínimo de ocho horas, comer de manera balanceada, tomar agua constantemente, manejar el estrés y hacer ejercicio.
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