Las enzimas reductoras son una alternativa no quirúrgica para reducir la grasa localizada en el cuerpo. Estas sustancias ayudan a descomponer la grasa acumulada en el organismo y, a diferencia de otros procedimientos como la liposucción, no requieren bisturí ni quirófano y no tienen efectos secundarios graves.
En este tipo de tratamiento, las enzimas reductoras se aplican con una inyección local en las zonas donde se desea reducir la grasa —como el abdomen, espalda, piernas e incluso en el rostro, especialmente en la papada—.
Si has considerado aplicarte este tratamiento o te interesa saber más información, sigue leyendo para aprender más sobre las enzimas reductoras o para la adiposidad.
¿Qué son las enzimas reductoras o para la adiposidad?
También conocidas como enzimas lipolíticas o lipoenzimas, ayudan a quemar grasa y reducir la apariencia de la grasa localizada. Una enzima es una molécula orgánica presente en nuestro cuerpo que ayuda a catalizar algunas funciones y procesos del organismo, como la reducción de adipocitos, las células responsables de la formación y acumulación de grasa.
Las enzimas para la adiposidad que se emplean en el tratamiento enzimático son la lipasa, la hialuronidasa y la colagenasa. Su aplicación directamente sobre las zonas deseadas permite acelerar el proceso de quema de grasa y drenaje de forma natural a través del organismo.
Además, ayudan a mejorar la elasticidad de la piel y la apariencia, sobre todo en las áreas con celulitis y cicatrices difíciles de atacar.
¿Qué es la adiposidad y por qué puede ser un problema?
La adiposidad es la cantidad de tejido adiposo o grasa que se encuentra en el cuerpo. Por sí sola no representa un problema, pero su exceso sí puede conllevar riesgos para la salud como la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico, la hipertensión y algunas enfermedades cardiovasculares.
¿Las enzimas ayudan a bajar de peso?
Es fundamental aclarar que las enzimas para la adiposidad no están indicadas para pacientes con obesidad o sobrepeso, ya que estas no pueden modificar la raíz del problema. Para que una persona pueda considerarse como un paciente candidato para mesoterapia quemadora debe estar dentro de su peso ideal o que esté bajo un régimen nutricional y de ejercicio.
Dicho esto, las enzimas lipolíticas solo sirven para reducir medidas y mejorar la apariencia de la piel con celulitis. Es un procedimiento que debe combinarse con otras terapias como la radiofrecuencia y masajes de drenaje linfático y moldeadores para lograr mejores resultados.
Dieta y ejercicio son necesarios para mejores resultados
Igualmente se debe hacer una combinación con alimentación balanceada y ejercicio, ya que es fundamental deshacerse de la grasa de manera interna o de lo contrario seremos prácticamente esclavos del tratamiento, ya que siempre tendrá grasa por desechar.
Puntos a considerar para un tratamiento seguro con enzimas
Como mencionamos al inicio, las enzimas lipolíticas también son ideales para perfilar y refinar rostros muy redondos o con papada. No obstante, no todas las enzimas lipolíticas son recomendables para este tipo de trabajos.
Las enzimas de tipo animal no son recomendables para el rostro —ni para ninguna parte del cuerpo en general— ya que suelen presentar más riesgos de efectos secundarios como alergias, rechazo del organismo, contaminación y enfermedades.
Enzimas de tipo biológico, las más seguras para reducción de grasa localizada
En cambio, las enzimas biológicas tienen un alto perfil de seguridad y son aptas para la mesoterapia quemadora, especialmente en el rostro. En Iki Skin Experts confiamos en las de PBserum, enzimas 100% biológicas, sin riesgos de alergias o rechazo, y cuya tecnología solo le permite actuar donde es necesario, es decir, en sitios donde hay una hipertrofia de adipocitos, lipodistrofia o como realmente lo conocemos: celulitis.
Es obligatorio acudir a un profesional certificado en medicina estética para aplicar las lipoenzimas, ya que su aplicación requiere de técnica y precisión. De manera que este no es un procedimiento que se pueda aplicar de forma casera, por ello siempre recomendamos agendar una cita con especialistas.
¿Cuántas sesiones me debo realizar y qué debo esperar después de cada una?
El número de sesiones de mesoterapia quemadora dependerá de las patologías del paciente, de cuánta grasa tiene acumulada, su plan de alimentación y actividad física. Mientras que algunos solo necesitarán un par de sesiones, otros pueden llevarse más. También se debe considerar el objetivo que se quiere lograr con el procedimiento, si además de reducir grasa también queremos disimular cicatrices o fibrosis en alguna zona del cuerpo, el tratamiento se alargará.
Durante la sesión, sentirás un leve pinchazo poco doloroso, de hecho, las enzimas para adiposidad son bastante tolerables en comparación con otros tratamientos como la lipólisis con láser, la criolipolisis y el ultrasonido de alta frecuencia.
Tras la sesión podrás experimentar uno que otro efecto temporal como equimosis o la aparición de morados y rojeces alrededor del área de la inyección. Suele molestar durante 3 o 4 días después de la sesión, la sensación es similar al que experimentamos tras hacer ejercicio.
También es necesario usar una faja durante 6 horas para evitar que la piel quede flácida después de la sesión.
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