Los hilos tensores son hilos finos utilizados por la medicina estética para mejorar la apariencia de las pieles en zonas como la cara y cuello. Su función es lograr rejuvenecer el rostro. Suelen usarse para mejorar la flacidez de la piel corrigiendo el levantamiento de cejas, pómulos, el pliegue nasolabial y las pequeñas arrugas, redefiniendo el óvalo de la cara.
Mitos y verdades sobre los hilos tensores
- MITO N°1: Mi cara rechazará los hilos tensores.
- VERDAD: La realidad es que los hilos están hechos con Polidioxanona (PDO), que es un monofilamento de origen sintético creado como sutura absorbible por el cuerpo sin problemas. Se ha convertido en una sorprendente técnica para el rejuvenecimiento facial.
- MITO N°2: Los hilos se pueden mover de lugar dentro de la piel.
- VERDAD: Los hilos van dentro de la piel, y a partir del mes ya se están integrando en nuestra piel, generando colágeno. Desde que son colocados, no se moverán dentro de nuestra piel, lo que sucede es que se ajustan a nuestro rostro. A partir del mes generan un proceso celular colágeno.
- MITO N°3: No puede maquillarse en 15 días para evitar que se muevan.
- VERDAD: Esto es totalmente falso, ya que todos los pacientes que utilizan hilos tensores pueden realizar una vida normal luego del tratamiento y los resultados siempre serán totalmente eficaces.
- MITO N°4: Puedes sufrir una alergia al hilo o un rechazo del cuerpo.
- VERDAD: Los hilos mágicos no producen rechazo ni alergias ya que son antimicrobianos y bioabsorbibles.
Generalmente, los hilos tensores están indicados para personas a partir de los 35 años que quieren mejorar y prevenir la flacidez y no se recomienda en pieles muy envejecidas.
La aplicación de hilos tensores es rápida y sencilla, se puede resumir en estos 3 pasos:
- Se limpia la piel y se administra crema anestésica.
- 20 minutos después se retira la anestesia y se marcan los puntos en los que se infiltrarán los hilos.
- Se insertan en la dermis los hilos tensores.
Una vez terminado el proceso, la piel da inicio a un proceso natural en el que estimula la formación propia de colágeno.